Danza 'El Torito Ribeño', más de 140 años de historia, liderada por un 'General de la Tradición'
Alfonso Fontalvo contó en Zona Cero cómo surgió esta agrupación, el legado familiar, anécdotas y demás detalles de una danza respetada y aplaudida en el Carnaval.
Con una lucidez envidiable, Alfonso Fontalvo, ex Rey Momo del Carnaval y director de la danza 'El Torito Ribeño', narró en Zona Cero toda la historia de esta agrupación, una de las más aplaudidas en cada desfile por su salvaguarda de la tradición de la carnestolenda.
Y es que Fontalvo es un "General de la Tradición" del Carnaval, así quiere ser recordado y es lo que se transmite en su familia, algo inculcado por el maestro Elías Fontalvo Jiménez, quien le colocó el nombre a la danza, nacida en el barrio San Roque de Barranquilla.
Hace 147 años al maestro Elías se le ocurrió fundar esta danza, como lo manifestó Alfonso, en medio de la rivalidad que se generó con la danza del Congo Grande.
"La danza del Torito ganó más populismo porque el maestro Elías Fontalvo era un tipo vivo, alegre, que se metía por todos los lugares. Cuando él falleció, dejó a su hijo (Campo Elías Fontalvo De Las Aguas), que era todavía superior a él en eso de la alegría. Campo Elías fue quien llevó la danza a ese extremo donde está. Los que le hemos seguido a él, hemos llevado ese legado", afirmó Alfonso.
Con una narrativa segura y apuntes cargados de tradición, el maestro Alfonso recordó cómo entraba la danza a las presentaciones de antaño, con el toro, el congo saliendo a la lucha, en una duración de 10 minutos y la mujer aparecía para llevarse al herido, que en un pequeño traslado le daba paso al tambor y la guacharaca.
En los inicios de la danza -narró- las mujeres de los hombres de la danza iban como acompañantes, pero dentro del grupo había homosexuales porque en los primeros años se daban enfrentamientos con las otras danzas, a piedras y palos.
"La danza siempre llevó fue maricas (disfrazados de mujeres) de todas partes", puntualizó.
Alfonso, con 51 años en el cargo de director de la danza, conserva la misma energía para dirigir la agrupación porque como él mismo dice "apenas se acaba el Carnaval, ya uno pensaba en el próximo".
Actualmente, cuentan con 70 congos, 45 mujeres y 7 homosexuales, que son familiares de integrantes anteriores.
El tema familiar es clave dentro de la danza, pues las generaciones posteriores están destinadas a integrar el grupo, se lleva en la sangre, y a los fallecidos les hacen una ceremonia en el Cementerio Calancala, el Sábado de Carnaval, una tradición innegociable.
"Muchos integrantes tienen a su familia relacionada con la danza", enfatizó Alfonso, quien recalcó que el significado más importante de la danza es el turbante con flores, con la estola y la capa que simboliza riqueza. Muchos de ellos usan la penca con lazo que representa la unión con sus mujeres.
Previo al inicio de cada desfile, todos los integrantes deben estar media hora antes del comienzo de cada evento en la sede de la danza, el Museo que tienen en el barrio San Roque.
En este Museo están vestuarios, más de 50 Congos de Oro y demás utensilios que han usado en el pasado. Es un lugar que huele a Carnaval y donde se siente la tradición desde la terraza, por eso Alfonso invita a la ciudadanía a visitarlo.
Alfonso no pierde las fuerzas y ya está pensando en cada desfile, preparados para dejar todo con la danza en cada evento y culminar la faena con una "murga" en la Casa Museo.